domingo, 2 de diciembre de 2007

MAX AUB: Euclides, número 5 (México D.F.)


¿Qué era Euclides número 5? Aparecía en el remite de aquellas cartas de confesiones y nostalgias, en la dirección postal de las revistas literarias de la España de ultramar, aquel trozo desgajado, en tránsito, que seguía viviendo a destiempo. ¿Euclides 5 era una casa, un refugio o una cueva de sombras platonianas?
En una vieja fotografía del álbum iconográfico de Max Aub descubrimos que era la casa del exiliado, un espacio sin lugar y un tiempo sin historia. Euclides, 5 era la casa mexicana de Max Aub y el lugar del que salieron los proyectos desesperados de su memoria. Allí recreaba imaginarios retornos y escribió su teatro de barbas y canas, porque “murió sin haber nacido”. En aquel piso de Euclides, 5 salió un periódico –El Correo de Euclides- el 31 de diciembre de 1959, en el mismísimo abismo de otro año de destierro. Y en el mismo lugar se fraguaron algunas publicaciones impulsadas por Aub como Sala de Espera o Los Sesenta, otro juego maxaubiano en el que sólo podían escribir autores sexagenarios en aquella sexta década del siglo terrible.
Cuando Max Aub visitó España en 1969 se apresuró a decir: “He vuelto, pero no he vuelto”. Sabía que era un turista del revés, porque venía a visitar lo que no existía. Lo escribió en La gallina ciega donde mostraba su crueldad de viejo resabiado, su indignación por la desmemoria y la ignorancia de aquella España franquista. Paseando por ese país que no reconocía se topó con fantasmas, con personajes de sus novelas, con amigos muertos y comenzó a tener nostalgia de Euclides, 5. Y escribió: “Es triste porque esto no es España ni aquello tampoco”.


EVA DÍAZ PÉREZ (Publicado en Enero de 2007 en la revista "Mercurio"

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