jueves, 15 de enero de 2009




MESLIER RECORRE ESPAÑA

UN AUTOBÚS con ‘publicidad’ atea recorre España y hay quien lo anuncia como si llegara el anticristo o una tribu de bárbaros y monstruos sin juicio. Meslier, el cura ateo de las Ardenas, se pasea por España. ¿Estaremos aún en el siglo XVIII y no nos hemos dado cuenta? Es curioso lo que les cuesta a algunos dejar espacio público para que los demás se expresen. Yo espero curiosa a que llegue a Sevilla para ver cómo reaccionan los que se consideran insultados o provocados por estos descarados ateos. Seguro que son los mismos que tienen controlada la ciudad todo el año como escenario y exhibición de sus creencias. Dejen que haya libertad de pensamiento, permitan que se pueda pensar fuera de la Iglesia... Y lean a Michael Onfray y su Tratado de ateología.
De todas formas, no me parece muy acertado el eslogan de la campaña de esta Unión de Ateos y Librepensadores: «Probablemente dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta». No me gusta porque hace el juego a los que piensan que los ateos son gente frívola, hedonistas sin ética ni espiritualidad. En su libro Ateos clandestinos, Agustín Izquierdo explica cómo aparece el ateo en la mente del creyente:alguien sin mucha capacidad de juicio, un insensato de vida desordenada al que no le queda más remedio que no creer en Dios para evitar el castigo divino. Sin embargo, pensar contracorriente –porque es más fácil creer en Dios que no hacerlo– requiere un compromiso intelectual complejo, porque todo en nuestra educación y en nuestra vida cotidiana hace que lo lógico sea ser un crédulo.
A mí me interesa más la vida de los heterodoxos, de los escépticos que se atrevieron a ser salmones contracorriente antes que la de los besugos que nadaron a favor, siguiendo lo que hacen todos. Estos pensadores de vida aberrante, pues así se les consideraba, escribían manifiestos clandestinos, se pudrían en las cárceles, sus obras eran condenadas y, por supuesto, no eran enterrados en camposantos, como recuerda Jiménez Lozano en su ensayo Los cementerios civiles.
Estos personajes –el grupo de Boulainvilliers, Fréret, Du Marsais, La Mettrie, Diderot– hicieron Europa, aunque ahora digan que el ateísmo destroza los cimientos de nuestra cultura. Europa se diferencia precisamente por la racionalización y secularización, por separar Iglesia y Estado. Los pueblos que no tuvieron la modernidad de la Ilustración siguen condenando al infiel, como ocurre con el Islam. Esperemos que esto se recuerde y la crispación intolerante que reina en España no vuelva a imponer sus creencias.

Publicado en EL MUNDO de Andalucía el 15 de enero de 2009

5 comentarios:

The gunner dijo...

A mi juicio, es entendible que las personas tengan que creer en un Dios, porque el alma humana siempre sufre ante la dura reflexión del ¿qué hay después?. Los ateos, simplemente creemos en otros mitos. Y el intelectual, simplemente cree que tras la muerte volverá a vivir aquello que leyó. Como tú te imaginas, en otra vida, paseando con Lorca y su barraca, desde Granada a Macondo. Parando antes el Hotel de un tal Kafka, para tomar una copa y así acompañar la ceguera que tiene Saramago. Que de tanto leer a Rimbaud y Verlaine le ha dado por relinchar como Rocinante. En ello creemos, es otra religión, la nuestra.
Pero siempre estoy de acuerdo en profesar si no el ateismo, al menos el rechazo a la Iglesia ¿Por qué?, siglos de tremenda Inquisición reponden.
Aunque no se ateo todo lo que reluce, tampoco es creyente todo el fanatismo. Que ateo no es sinónimo de libertad, pero creyente si es sinónimo de autoridad.
Para mí sería libre un mundo de paz, si éste no es posible, al menos con un poco de solidaridad. Saludos Eva, yo soy creyente, mi credo es la libertad, y para ella, hasta con ateos pienso luchar.

Anónimo dijo...

Estimado "gunner" no todo el mundo sufre por lo que pueda haber en el mas allá, soy de las que piensan que lo que llamamos vida tiene un principio y un final y llegará(a no ser que cada uno decida suicidarse...de lo que también te podría hablar y mucho) cuando tenga que llegar.
Aunque sea ya un tópico, sólo me gustaría morir... así... como algo rapidillo. Si hay que sufrir para morir, no me hace mucha gracia que digamos, sobre todo habiendo tanto medicamento del cual tirar y por supuesto, ya enferma yo decido cuando morir y no ni médicos ni familiares.
Rechazar a la iglesia ¿porqué?...no profeso ninguna relegión y por éso creo que cada una haga de su capa un sayo siempre que no ataquen valores individuales. ¿que hay religiones ancladas en la edad media?...pues que espabilen los que están dentro de ellas y cambien sus normas.Tenemos cosas más importantes de que preocuparnos.
Siglos de inquisición responden, pues a mí no me dicen nada, !cuantas barbaridades se han cometido a lo largo de la historia!...
Más cerca en el tiempo ¿cuantas injusticias vemos a diario y nadie mueve un dedo por las razones que sean?
No soy creyente, pero me siento enormente libre, vivo y asumo lo bueno y malo de la existencia, pero sobre todo soy de las que siempre vé el vaso casi lleno.
saludos.

Y a tí Eva que nos sigas deleitando con tus artículos.
¿dónde podríamos localizar todo lo que has escrito en El MUndo sobre los exiliados?

Anónimo dijo...

Algo me resulta enternecedor en el mensaje bus-ateo: el dar por supuesto que la creencia en dios tine que ver con penas y castigos. En una cultura de culpa, como corresponde a un cierto desarrollo del racionalismo, eso es bastante cierto. Pero la mayor parte de las religiones se han desarrollado en una cultura de vergüenza, no de culpa, y lo divino no se ha considerado desde la perspectiva de un dios moral, que se preocupa de lo bueno y lo malo de los mortales y establece en consecuencia premios y castigos post mortem.

Hoy, cuando la droga se ha convertido en la religión del pueblo (para satisfacer las ansias de fusión con el todo que exige una parte de nuestro cerebro), el ateísmo, como la militancia religiosa, me resulta enternecedor.

En cualquier caso, querida Eva, me resulta muy agradable seguir leyéndolte.

EVA DÍAZ PÉREZ dijo...

Gracias por vuestros comentarios que enriquecen estas reflexiones. The GUnner, sin duda, es cierto que soy creyente: creyente de la cultura, de los mitos literarios, de los altares de la memoria. Tú lo sabes bien.
Respecto a la pregunta de dónde se pueden encontrar mis textos sobre los exiliados te diré que se han publicado, en una edición ampliada, en el libro "La Andalucía del exilio", publicado por la Fundación José Manuel Lara y el Centro de Estudios Andaluces.
Saludos a todos
Eva Díaz Pérez

Anónimo dijo...

Vaya, siento llegar con retraso.

Me ha parecido muy acertado citar a Jimenez Lozano, ese gran "besugo" en tu propia clasificación, Eva.

Eso sí, la manera de justificar eso de que "es más fácil creer en Dios que no hacerlo" es de aurora boreal.

Ánimo.

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